“Diseño indígena con infraestructura teatral de vanguardia”. Así describe la arquitecta holandesa Francine Houben, fundadora y directora creativa del estudio Mecanoo, el nuevo Teatro Doris Duke. Levantado en Becket, en la antigua granja de los Carter, frente a las montañas de Berkshire (Massachusetts), el centro es el espacio de danza más tecnológicamente avanzado del mundo.

“Pensamos en una caja de madera, cuenta Houben, un equilibrio entre los principios de diseño locales —tan relacionados con la naturaleza— y una sólida infraestructura teatral”. La arquitecta enfatiza el poder de la madera: “Creemos que una gran caja de pino despierta los sentidos y profundiza la conexión entre los bailarines y el público, entre el movimiento y el espacio, entre la luz y las sombras”.