¿Qué nos hace engordar? La pregunta es sencilla, pero la respuesta no lo es. Podríamos simplemente decir que es una cuestión matemática, calorías que entran por calorías que se queman, pero sería simplificar demasiado el asunto, olvidando que cada cuerpo metaboliza los alimentos de forma distinta y que distintos alimentos y combinaciones de alimentos pueden llevar a resultados ligeramente distintos.
Una simple proteína. La deficiencia de una sencilla proteína, CD44, evitó en un experimento que un grupo de ratones ganara peso aun siendo sometido a una dieta alta en grasas. El equipo responsable del experimento trataba de indagar en el papel que desempeña esta proteína en la salud metabólica y en la obesidad, un papel, según los resultados, de gran importancia.
“Previamente habíamos señalado que la deficiencia de CD44 suprimía la neuroinflamación. Dado el papel crítico que la inflamación desempeña en la progresión de la obesidad y las complicaciones relacionadas, incluyendo la hiperglucemia y la resistencia a la insulina, propusimos que CD44 puede tener un rol significativo en estos procesos. Por consiguiente, investigamos el lazo potencial entre CD44 y los trastornos metabólicos”, explicaba en una nota de prensa Cheng Sun, coautor del estudio.
CD44. Pero, ¿qué es exactamente esta proteína y qué sabemos de su función en el cuerpo? CD44 es una proteína transmembrana, una proteína ubicada en la membrana cellunar que atraviesa esta capa que cubre la célula. Según explicaba el propio equipo, esta proteína “desempeña un papel esencial al trascender estímulos extracelulares dentro de las cascadas de señales intracelulares”, contribuye así a la regulación metabólica. Esta proteína es de especial importancia, además, para las células cancerosas.